viernes, 20 de enero de 2017

Las rebajas: época de renovación

Empieza el 2017. Tras la campaña de navidad, mes de consumo desenfrenado, la temida cuesta de enero se nos hace más empinada para consumidores y para empresas.
El miedo de los consumidores y el miedo de las empresas de no poder satisfacer las necesidades se repite cada año: quedarse sin existencias; no poder sacar al mercado los nuevos productos; tantear el bolsillo del consumidor… son dudas constantes que nos planteamos cada año nuevo.
Por suerte, para las empresas, llega el poder de la mediación.

Satisfacer la demanda

Toda empresa otorga una serie de servicios. Satisfacer a los clientes es clave para la supervivencia de la empresa. La tecnología es la gran demanda: renovar nuestros aparatos tecnológicos porque han quedado obsoletos o bien porque queremos deshacernos de lo viejo se ha convertido en costumbre.
En una época de nativos digitales, la tecnología es la gran triunfadora: La tecnología evoluciona más rápido que la sociedad: lo que hoy es una novedad, mañana ya ha quedado obsoleto y mejorado. Se ha convertido en una herramienta indispensable para nuestra vida laboral, social y familiar: en un mundo en constante cambio, la tecnología es el engranaje que hace girar la rueda del progreso y de la sociedad.

Las Rebajas

Los comercios no paran. Tras la campaña de Navidad, llegan las Rebajas: Una forma de sortear la temida cuesta de enero y de encontrar aquellos regalos de navidad a un precio más económico.
Saber satisfacer las necesidades de los clientes y cumplir con sus expectativas ha hecho que las rebajas se conviertan en una prueba de fuego para determinar la salud de un negocio: si la campaña de navidad es el primer asalto, las rebajas indican si un negocio gana o queda K.O.
Todas las empresas intentan evitar el stock de productos, intentando sacar a la venta todo aquello que quedó de las Navidades. Sin embargo, quedarse sin existencias es un temor que planea siempre y no es una opción: sería el error más grande que podrían cometer. La planificación es importante y siempre es bueno tener un stock de productos en el almacén.

Un consumidor satisfecho y feliz

Tener clientes satisfechos es clave para el buen funcionamiento de una empresa: no hay mejor publicidad que esta. Un cliente satisfecho es fiel a la compañía, suele volver a comprar y comunica sus experiencias positivas en su entorno.

Porque, al final, todas las empresas dependen de sus clientes: una buena experiencia, un trato correcto, un buen servicio… todo ello es valorado y agradecido por los usuarios y es una la clave del éxito.